domingo, 14 de marzo de 2010

Raid



Raid corre por los oscuros túneles, en busca de una salida al exterior, era un drow que había osado desobedecer a Lloth y su castigo era la muerte; pero él no estaba dispuesto a abandonar su vida; quería luchar por conservarla; para ello debía salida la superficie, aunque el sol le cegara al principio, ya se acostumbraría a él, o eso al menos era lo que pensaba. Llevaba días corriendo huyendo de los guardias y ahora por fin ante sus ojos estaba la salida de aquella odiosa vida, donde solo seria un juguete más. Raid corre con todas sus fuerzas y sale al exterior jadeando.

La luna llena brillaba en el cielo mientras en el bosque había una joven vestida de negro y encapuchada, ella sin saberlo se aproxima a la que seria la entrada a los túneles de los drow, camina tranquila y segura de si misma, tarareando una dulce y triste canción.

Raid mira al cielo contemplando su belleza y magnitud, era tan distinto al techo de los túneles, durante años le han enseñado a que todo aquello que se encontrara en la superficie era horrible y detestable; pero lo que ahora observaban sus ojos era belleza. Fascinado por la hermosura del paisaje llega a sus oídos una enigmática melodía, Raid rápidamente desenvaina sus cuchillos largos y se esconde entre unos arbustos.

La joven encapuchada llega a aquel lugar sin que cese su canción, Raid sin pensárselo decide atacarla saltando de los arbustos; pero para su sorpresa va armada y anula su ataque, él cae al suelo desarmado mirando sorprendido como ser el mejor de la a academia de guerreros no le a servido de nada contra aquella mujer, ella guarda su daga mientras le mira fijamente:

- ¿Quién sois? – pregunta para asombro de Raid en la lengua drow-.
- Mi nombre es Raid – contesta él mirando al suelo-.

Ella sonríe, sus labios era lo único que las sombras de su capucha no ocultaban, Raid vio aquella sonrisa como lo mas bello del mundo exterior, que había visto, las sonrisas de las mujeres de su raza ocultaban odio y maldad; pero la de ella era una sonrisa dulce.

La noche se había desvanecido y el sol empezaba a brillar; para su sorpresa la joven había desaparecido conforme los rallos del sol la tocaron, Raid se refugio del sol entre las sombras del bosque, mientras que sus ojos se van acostumbrando poco a poco a la luz, deambula por el bosque sin saber donde ir, hasta llegar un lago, se sienta en la orilla hambriento, llevaba días sin comer…

Raid despierta en una sala con muchas camas con heridos y enfermo, extrañado ve que en una pequeña mesa a su lado hay una bandeja de comida, sin dudárselo se tira a ella prácticamente engulléndola, Cuando termina con toda la comida ve que a los pies de su cama esta sentada una elfa con expresión alegre, Raid la mira sin hablar ya que no entendía su lengua, la joven le tiende un cántaro con agua que el coge tembloroso y bebe de ,el, la elfa recoge la bandeja y el cántaro vacíos y se aleja de él. Raid se queda sentado en la cama, sin saber que hacer, mira a su alrededor y ve como las mujeres obedecen a los hombres “esto es el paraíso” pensó y ve como una especie de hechicero se le acerca, Raid le mira a los ojos, el hechicero sonríe y empieza a hablarle en lengua drow:

- Saludos joven drow, te encontraron los guardias inconsciente en la orilla del lago, entonces te trajeron aqui, por verte solo y hambriento deducimos que has escapado de lo tuyos – le explica serio -.
- Llegue casi al amanecer; pero cuando a un era de noche encontré a una mujer encapuchada; pero los rayos del sol la hicieron desaparecer, entonces merodee hasta llegar al lago – le cuenta él-.

El hechicero frunce el ceño al escuchar lo de la mujer y mira a Raid y suspira:

- La mujer se llama Noah, nuestra princesa, pero tu diosa la maldijo con que solo en la noche podría vivir, de día se desvanece, sin sombras, sin noche es como si no existiese.

Raid se queda pensativo, el hechicero le dice que tendrá alojo en la fortaleza elfica y que los guardias no le atacaran, entonces al oscurecerse el día decide salir al bosque en busca de la princesa, tras unos minutos internándose en el bosque llega al lago donde se desmayó, en su orilla se encuentra las ropas de la princesa, miró entonces al lago, y la vio nadar en él, decidió esconderse entre la maleza mientras ella salía desnuda del lago, Raid se fijo entonces en su cuerpo, en su rostro, pensando en que si fuera una matrona drow él ya estaría muerto por osarse a mirarla de tal modo, pero eso no le importaba y miraba atento su rostro de labios carnosos y rojos, de cabellos oscuros y largos, de ojos negros, Raid no podía parar de mirarla y mirar su hermoso cuerpo desnudo de piel blanca, para desgracia ella comienza a vestirse sentándose seguidamente en la orilla del lago. Raid se acerca a ella poco a poco…
Noah se gira al notar su presencia; pero se limita a mirarle sin moverse, Raid intimidado se queda quieto y baja la mirada. Ella sonríe y levantándose camina hacia él, alzándole a cabeza cogiendo le de la barbilla, Raid vuelve a fijarse es su rostro perdiéndose en la oscuridad de sus ojos, por instinto acerca sus labios a los de ella besándola, Noah se aparta mirándole sorprendida, entonces echa a correr. Raid corre tras ella cojiendo la por una de sus muñecas deteniéndola:

- Sois un insolente por atreverte a besarme – le dice ella seria -.
- Lo siento – susurra-.

Ambos se miran fijamente a los ojos y sin pronunciar ni una palabra mas se funden en un apasionado beso, Raid abraza a Noah contra su cuerpo, acariciándola sin dejar de besarla, poco a poco él la va despojando de sus ropas besando su suave y pálida piel. Noah se deja besar mentras ella tambienn le quita las ropas a él. Raid y Noah quedan tendidos en el suelo desnudos, sin dejar de besarse ni una sola vez, los dos se dejan llevar por la pasión, tomándose el uno al otro.
Finalmente quedan abrazados sus cuerpos despojados de ropa y llenos de pasión, Noah le mira avergonzada por sus actos y comienza a vestirse sin mirarle a los ojos, Raid con un jadeo se pone en pie abrazándola por la cintura y besándola en el cuello, ella le aparta bruscamente, él suspira y la mira:

- ¿Qué demonios te pasa? ¿no te gusto como estuve? – le reprocha él -.
- No entiendes nada, acabo de deshonrar a mi pueblo al yacer contigo.
- ¿deshonrar? Tu pueblo te olvido por tu maldición.

Noah le mira con rabia y el sol hace que se desvanezca, Raid grita de impotencia “maldita maldición”, vuelve a la ciudadela esperando ansioso a que anocheciera. Cuando lo hizo no sabia donde podría encontrarla, merodeando por el bosque llega a una especie de templo, mirando al suelo vio manchas frescas de sangre, siguiéndolas llegó hasta donde Noah yacía moribunda en un gran charco de sangre, y rodeada de arañas. Raid corre hacia ella cogiendo la entre sus brazos la mira a los ojos, ahora pagados, sin luz:

- Aguanta mi princesa – le dice abrazándola-.
- Ya ni en la noche puedo vivir

La sangre le resbala por los labios; Raid la besa manchándose con la sangre de sus labios, coge la daga que lleva ella en su cinturón, Noah sin fuerzas intenta detenerle:

- solo soy la princesa de dos noches, detente – le suplica-.
- Mi mundo superficial esta contigo, si tu te vas yo también

Raid se apuñala a si mismo cayendo al suelo junto a ella, cogiendo la de la mano, vuelve a besarla, en un ultimo y tierno beso, ambos respiran por ultima vez, muriendo juntos, abrazados.
El día llega y con él los sacerdotes del templo encuentra los cuerpos de los amanes, sin vida y sin color, ambos fueron enterrados juntos, como los encontraron, juntos para la eternidad.

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