martes, 6 de julio de 2010
Cascabel
solo te vuelves ciega ante el, ante todos sus males y también ante todos sus bienes, aveces me gustaría seguir teniendo la inocencia de una niña, y que todo mi mundo fuera mi pequeño cascabel del que no me separaría por lo ¿feliz? que me siento al escucharlo sonar... Pero ya no soy una niña, se que el mundo existe aunque cierre los ojos y no lo vea, tendré que caminar con los ojos bien abiertos sin soltar mi cascabel, y buscando otros tantos que como él me hagan feliz al escucharlos...
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